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La Bestia de Gévaudan es posiblemente el críptido más cercano a la disciplina que estudio: la Historia. Esta bestia puso en jaque al país más poderoso de la Europa del S.XVIII e hizo que Luis XV, el Rey de Francia, tomase el asunto como tema de Estado.

 La Bestia de Gévaudan comienza su serie de muertes en 1764, en la zona de Gévaudan, en el centro de Francia. Su prímera víctima fue Jeane Boullet, una campesina de 14 años. Le segurían 129 personas más, muchas de ellas mujeres y niños. Su reinado de terror concluiría en 1767. Muchas de las víctimas que se le atribuyen presentan signos de abusos sexuales lo que hace pensar que mucha gente dio rienda suelta a sus más bajas pasiones matando, mutilando y violando a su antojo, con la seguridad de que de las muertes serían achacadas a la Bestia.

La Bestia de Gévaudan es descrita como una bestia gigantesca de pelo rojizo, con rayas negras en los cuartos traseros y una cresta de pelos rizados en el lomo. La cola era larga y musculosa y las mandíbulas, fuertes y llenas de dientes. El animal no era uno de los grandes lobos que vivían por los bosques de la región. El Rey de Francia, Luis XV, recién derrotado en la Guerra de los Siete años decide tomar cartas en el asunto. No puede permitir que una bestia campe por sus respetos y aterrorize a sus súbditos y manda dos regimientos de dragones.

Para cuando llega la caballería francesa ya han muerto 54 personas. Los soldados franceses fueron puestos en jaque por la Bestia, si bien un capitán llegó a verla y a afirmar que era tan grande como su caballo. Las naciones enemigas de Francia, como Prusia, se burlaban de esta situación. ¿Cómo era posible que el Ejército de Luis XV les venciese si era incapaz de cazar a un lobo en su país? En Versalles sabían que la cosa se les iba de las manos y sustituyeron a la totalidad de las autoridades locales. Se arrestaron a cazadores que querían confundir al Ejército dejando pistas falsas, se rastreó el monte de arriba a abajo y se le tendieron mil y una trampas, pero la Bestia escapaba y seguía con su reinado de terror.

Y el pueblo acabó estallando. Se acusó a muchos vecinos de ser hombres-lobos, a los gitanos de haber criado en sus circos a alguna mala bestia e incluos, a un noble que había estado en África y tenía una colección zoológica de animales de allí, de haber creado, mediante cruces, a un monstruo indestructible.

El infierno acabaría en 1767, cuando un campesino armado y con balas de plata hechas con medallas de la Virge María fundidas abatió a un lobo de gran tamaño. Poco después se abatió una loba de gran tamaño. El cadáver fue enviado a París, donde llegó en avanzado estado de descomposición. Luis XV contemplaba así a la criatura que había puesto en jaque a su Ejército, que le había ridiculizado ante Europa entera y que había matado a 130 de sus súbditos en tres años de terror (si bien los datos más fiables dicen que sus víctimas pueden ser unas 70 personas).  El esqueleto se conservó en el Museo Natural de París, pero se perdió tras los desórdenes de la Revolución Francesa.

Pero ¿Qué animal pudo cometer tales desmanes? Fuere lo que fuere, nos encontramos ante un gran depreador, que, ante la ausencia de animales grandes a los que abatir, comenzó a atacar humanos .

El sentido común nos dice que nos encontramos ante un Lobo de grandes dimensiones. Sería el Lobo de los Alpes, una subespecie mucho más grande y feroz como causante de los ataques y que se extinguió en el S.XIX. A favor de esta hipótesis tenemos que los ataques cesaron después de abatirse dos Lobos de gran tamaño en el bosque. En contra tenemos, que los Lobos son animales poco inclinados a devorar humano al contrario que otros animales.

También se ha especulado con que dicho animal sea una Hiena. A favor de esta teoría está que la Hiena es un animal que encaja a la perfección con la descripción de la Bestia. En contra, el hecho de que la Hiena no es un cazador, sino que prefiere consumir carroña, animales ya muertos y tener que ahorrarse el perseguirlos. No parece que una Hiena estuviese detrás de estas muertes.

Se dijo entonces que el causante de las muertes fuese un gran felino. Esto no nos debe de extrañar pues desde epóca medieval los nobles y los reyes han poseído colecciones zoológicas privadas donde mantenían animales de todas las partes del mundo. Pudiese ser que un León o un Tigre que hubiese escapado de alguna de estas colecciones el que estuviese detrás de la Bestia de Gévaudan. Sin embargo, la descripción no encaja al 100% con alguno de estos animales que han demostrado en muchas ocasiones cierta  inclinación a cazar humanos, en algunas ocasiones, convertidos en asesinos en serie de personas (casos de los Leones del Tsavo o el de un Tigre en Rawalpindi).

La opción más plausible es que sea el cruce de estos animales, un Ligre. El Ligre es un animal de un tamaño descomunal (lo que encajaría con la descripción dada por el capitán de dragones) y cuyos machos presentan melena y rayas en su cuerpo. Es posible que dicho animal fuese criado en una de estas colecciones zoológicas (durante el S.XIX, estos híbridos serán muy apreciados en zoológicos) y que fuese retirado de circulación (bien abatido, bien capturado) por su adinerado dueño al mismo tiempo que se abatían los dos lobos.

Sea Ligre o Lobo, lo cierto es que la Bestia de Gévaudan mantuvo en jaque a la monarquía más poderosa de la Europa del S. XVIII y se llevó la vida de unas 130 personas.

2 Comments

  1. Por Crom que gran artículo, evidentemente la película el Pacto de los Lobos está basada en este hecho. Bueno un abrazo y a cuidarse.

  2. Si, de hecho en el final del Pacto de los Lobos es un león con una armadura para dar miedo.

    Un abrazo para ti tb y mira el correo!!!


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